«El secreto para ser rico» «El secreto para ser feliz» «El secreto para adelgazar» «El secreto para….«. siempre me han llamado la atención estos titulares de best sellers, autoayuda, no sé bien cómo definirlos . Pero no sólo, añado que me disgustan profundamente por lo que transmiten. Soy de formación científica y no puedo evitar huir de todo lo que huele a pseudoterapia y a receta mágica contenida en folios mediante palabras perfectamente estudiadas, persuasivas, que tocan la fibra sensible de las personas . Si me molesta en otros temas, cuando me encuentro con «el secreto para dormir mejor» entonces ya me saltan todas las alarmas…
Siento ser aguafiestas, pero es así «El secreto para dormir mejor» no existe y voy a intentar explicar por qué.
Dormir es un proceso, y es un hábito, que necesita sobre todo de una serie de condiciones biológicas, psicológicas y ambientales óptimas para que podamos decir que tenemos un sueño reparador. A lo largo de la vida cambia nuestra biología, envejecemos y por tanto cambia el sueño con nosotros. Algunos aspectos como son mejorar las condiciones ambientales o nuestro estado psicológico podremos posiblemente cambiarlos para mejorar nuestro sueño. Sin embargo, factores biológicos relacionados con nuestra edad que van a afectar al sueño muchos son imposibles de cambiar, pero en todo caso conociendo cómo afectan podremos quizás aceptarlos o si es posible solventarlos de alguna manera.
Los «secretos» de un buen sueño son bastante conocidos, son «secretos a voces», por lo que en mi opinión no cabe hablar de secretos, a menos de que entendamos que el secreto está en hacer, en cambiar las cosas para obtener resultados, pero siempre teniendo en cuenta a cada persona como punto de partida. El sueño es personal e intransferible y las soluciones pueden ser compartidas por muchos, pero no adecuadas para todos.
Para poder dormir mejor tendremos que conocer qué cosas, a todos los niveles (físicos, psicológicos y ambientales) pueden estar entorpeciendo nuestro sueño, y a partir de ahí planificar qué podemos cambiar, y si podemos cambiar todo.
Eso sería lo ideal, pero a mi me gusta ser realista (aguafiestas para algunos) y plantear retos posibles, porque a veces no todo es posible. Eso eso de «querer es poder», en la vida y en el sueño, es más una frase de Mr Wonderful que la realidad del día a día. No podemos pretender dormir siendo adultos, y menos si somos adultos mayores, como cuando éramos bebés por ejemplo; pero seguro que podemos tener un sueño más reparador del que tenemos si hacemos los cambios oportunos, y eso a nivel de calidad de vida puede significar mucho.
Cuando digo que no existen secretos para dormir mejor, ni fórmulas mágicas, ni universales, quiero decir que lo que hay es un trabajo de un cambio de hábitos a distintos niveles, en personas particulares, para conseguir dormir mejor de lo que lo estamos haciendo. Y cambiar hábitos no es imposible, pero requiere trabajo, motivación y esfuerzo, y no se consigue en un sólo día.
En todo caso un cambio de hábitos real y realista, es el «secreto» de las personas que logran dormir mejor.
En tu mano está el intentar descubrirlo, y en la nuestra ayudarte a conseguirlo, contáctanos.