El 6 de abril se celebra el Día Mundial de la actividad física.
Es un día conmemorativo, que pretende concienciarnos sobre los beneficios del deporte, para nuestra salud y bienestar. El sedentarismo, según la OMS es el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad. Y todo ello a pesar de que los beneficios de la actividad física son bien conocidos y apuntan a todos los niveles, físicos, psicológicos y sociales.
Nuestro cuerpo está diseñado para moverse, y lo hacemos menos de lo que debiéramos. Muchos trabajos y actividades, y posiblemente cada vez más, se realizan sentados, ¿has pensado en las horas que pasas sentado a lo largo del día?
Centrándonos en el caso del sueño, se produce una particular relación con la actividad física, y es que los beneficios son recíprocos.
El ejercicio físico mejora el sueño, y a su vez el sueño mejora el ejercicio físico.
A medida que envejecemos, la calidad del sueño empeora y una buena estrategia para mejorarlo es hacer deporte, actividad física. Practicar un deporte de intensidad adaptada a la edad y/o simples paseos, han demostrado un aumento en la cantidad de sueño de ondas lentas. En gente joven, el deporte mejora objetiva y subjetivamente también la calidad del mismo.
A todas las edades, prescribir actividad física, resultará siempre beneficiosa ante cualquier trastorno del sueño
Eso si, hemos de tener en cuenta algunas consideraciones a la hora de hacer deporte en relación al sueño:
- El ejercicio nos ayuda a relajarnos mental y físicamente, pero sus efectos sobre la calidad del sueño no se notarán de forma inmediata, sino tras un periodo de tiempo de práctica constante. Es decir, hay que tener paciencia, los milagros no existen, pero con práctica deportiva continuada, en breve tiempo empezamos a dormir mejor.
- El ejercicio activa al cuerpo para realizarlo, por lo cual no se recomienda su práctica en las horas previas a dormir, sino espaciarla al menos un par de horas para que no interfiera con la conciliación del sueño.
Como decía, la relación sueño-deporte tiene beneficios recíprocos. El sueño tiene una función reparadora, y el esfuerzo y desgaste físico que provoca el deporte necesita a menudo de más horas de sueño para ello.
Un buen sueño es fundamental para obtener el máximo rendimiento la práctica deportiva
Un buen sueño en el deportista garantiza:
- Un mayor rendimiento, por una recuperación total frente al desgaste.
- Un nivel de motivación más elevado por el efecto en su estado de ánimo
- Prevenir lesiones por un estado físico/mental óptimo que evita errores
El cuidado del sueño es una faceta importantísima en el deporte profesional. ES bien conocido el hecho de que los deportistas profesionales cuidan su sueño como su alimentación y entrenamiento. Los desplazamientos a los que se ven sometidos en competición, que a menudo suponen suponen cambios de varios husos horarios son planificados con cuidado para evitar las alteraciones de sueño y su incidencia en el rendimiento deportivo. Pero el cuidado del sueño en el deporte aficionado no debiera ser menos importante. Y es que cualquiera que practica deporte busca, siendo amateur, sus mejores marcas.
Tenlo en cuenta: haz deporte para dormir y duerme para rendir deportivamente.
Beneficio mutuo, el sueño y el deporte son como decimos una pareja bien avenida.