Utilizamos a los pájaros para definir muchos comportamientos humanos. Eres una rara avis, puedes ser también un «pájaro» de mucho cuidado, y también un «buitre» .

Para clasificarnos según seamos matutinos o vespertinos también utilizamos a los pájaros, la alondra madrugadora, el colibrí equilibrado y un ave nocturna como es el búho.

¿Cómo saber a qué animal nos parecemos en ese sentido?. Todos nos conocemos, conocemos nuestros hábitos y preferencias, aún así, para situarnos dentro de  ese intervalo que marcan el excesivo madrugador y el trasnochador de la noche sin fin existen herramientas, en este caso cuestionarios que pueden ser de ayuda. Uno de los más conocidos es el Cuestionario de   matutinidad -vespertinidad de Horne y Ostberg¨. Son 19 preguntas a las que se asigna una puntuación, y el resultado te sitúa como : Vespertino extremo, Vespertino moderado, Intermedio, Matutino moderado o Matutino extremo. Estas características hablan de cómo funciona nuestro reloj interno y nuestros ritmos. En la web, en la barra lateral encuentras el test para conocer tu cronotipo.

Las personas matutinas suelen despertar pronto, se encuentran rápidamente despejados tras el sueño , y a medida que transcurre el día, disminuye su rendimiento apagándose al principio de la noche, acostándose pronto. Por su parte las personas vespertinas,  les cuesta despejarse en la mañana, y sobre todo madrugar, pero a medida que pasa el día, se sienten más despejados y lúcidos mentalmente hasta el momento de acostarse. A algunos les cuesta precisamente hacerlo a las horas tempranas que exige el funcionamiento social. Son los trasnochadores por excelencia.

Las diferencias entre el funcionamiento del reloj interno, que nos hacen comportarnos como una u otra ave, parece ser que se deben a la melatonina, una hormona que segrega la glándula pineal en el cerebro durante la noche y que es la señal que induce al sueño. Todos producimos melatonina, pero la forma o momento en el que lo hacemos es diferente, de tal modo que los matutinos la segregan a primeras horas del sueño, mientras que los vespertinos a últimas horas. Por eso, los matutinos reciben la señal de dormir antes y se levantan antes. Y sin embargo los vespertinos segregan melatonina en las últimas horas del sueño, por la mañana se encuentran somnolientos, y se van despejando y ganando lucidez tarde, hasta el momento en que se van a dormir.  Estas diferencias en el momento de segregación de la melatonina,  se deben al llamado gen clock, descubierto por  Joseph Takahashi en 1997, que es el que codifica una proteína que regula los ritmos circadianos en las personas y el modo en que se segrega melatonina, lo que clasifica a las personas como indicába al inicio en matutinas y vespertinas.

 

La sociedad funciona en horario matutino

La sociedad funciona bajo un ritmo matutino que no entiende las diferencias de cronotipos entre las personas, ni siquiera las diferencias y cambios que normalmente pueden aparecer fruto de nuestro desarrollo. Los vespertinos, entre los que me incluyo, lo tenemos difícil. Un ejemplo son los adolescentes, quienes por temas de desarrollo, se encuentranen una fase que demanda grandes cantidades de sueño,  y un retraso e su inicio, o desfase, según la hora «legal». El resultado son adolescentes somnolientos en clases que empiezan temprano, cuando su cerebro aún está apagado. En este sentido son muy interesantes algunas experiencias en escuelas en UK donde han retrasado la hora de entrada en los institutos constatando un aumento en rendimiento. No se aburren, es que el cerebro está dormido y no dan para más. En un mundo de 24 horas, gracias a la luz artificial, hay algunos puestos de trabajo necesariamente nocturnos (enfermeras, médicos, bomberos, policías, etc..). Conocer el cronotipo de las personas sería de gran ayuda a la hora de  seleccionarlas para determinados puestos, pues permitiría quizás sobrellevar mejor los siempre desastrosos efectos de un turno de noche. Los más vespertinos, en principio quizás sufrirían menos el mantenerse despiertos, aportando al trabajo una lucidez  dada por su cronotipo, frente al esfuerzo que un matutino ha de realizar en el mismo puesto. En la medida que puedas, adapta el mundo a tus ritmos, es una de las claves del bienestar.

 

 

¿Búho, alondra o colibrí? : la fauna del sueño.