Es sobradamente conocida Arianna Huffington, la fundadora del medio digital que lleva su nombre, el Huffington Post, como una emprendedora de éxito.

Un trabajo extenuante que le llevó hace unos años a colapsar por agotamiento y falta de sueño: cayó al suelo, se golpeó la cabeza, se rompió los pómulos y acabó con puntos en el ojo derecho. Fue, a pesar de lo aparatoso, un golpe “providencial”, ya que supuso para ella el inicio de un cambio personal hacia una vida más saludable sobre todo en lo referente al descanso y la importancia de dormir. Pero lejos de acotar el cambio al ámbito personal, se ha convertido en una gurú y defensora del sueño, como una pieza indispensable no sólo para mantenernos saludables, sino para alcanzar el éxito. Fruto de su experiencia, y tras haber estudiado y profundizado en el tema, escribió The Sleep Revolution, donde plasma su personal visión y conocimientos sobre el sueño.

En sus intervenciones y en su libro, Arianna Huffington ataca la tan extendida cultura de minusvalorar el sueño,  de la que había sido partícipe hasta entonces. Una cultura del éxito, que vende la falsa y extendida creencia que considera que dormir es una pérdida de tiempo.

“Hay que dejarse la piel pasando noches en blanco”, “hay que robar horas al sueño” “dormir es para los débiles”  … ¿te suena?

La ciencia nos ha demostrado que todas esas creencias que subestiman el sueño, y por las que algunos reducen las horas que duermen para trabajar en sus proyectos laborales, son además de falsas, perjudiciales para su salud y también para sus resultados profesionales. Por dormir menos no se rinde más, parece que se hacen más cosas, pero suelen hacerse peor, con más esfuerzo y desgaste, y posiblemente las decisiones adoptadas no sean las correctas.

Llegados a este punto, imagino que alguien pensará en personajes como Margaret Thatcher (o algún amigo o conocido), a quien se atribuye precisamente la frase «dormir es para los débiles», ya que dormía tan sólo cuatro horas y estaba fresca como una lechuga, como un ejemplo que aparentemente contradice todo lo que he expuesto hasta ahora.

Pues eso, aparentemente. Ella sólo es ejemplo de una excepcionalidad, debida a una alteración genética que le permitía dormir pocas horas. No es por tanto un ejemplo de persona que «robaba horas al sueño» , simplemente no necesitaba más por esa característica que tiene tan sólo un 5% de la población. Son casos poco frecuentes, la excepción a la regla de las 7-8 horas que de media necesita dormir diariamente un adulto para mantenerse en plena forma.

Volviendo a nuestra gurú, reconoce precisamente sus errores profesionales ligándolos a esa falta de descanso, por la merma en su capacidad de decisión, atención y concentración, entre otras muchas. Así, basándose en la evidencia sobre los beneficios que nos aporta un sueño de calidad, tanto en sus libros como en sus conferencias, los pone en relación con el desarrollo de una carrera profesional exitosa.

En esta época de gurús e influencers, es de agradecer que uno de ellos erija la bandera del sueño saludable, y su importancia para crecer profesionalmente, tal y como hace Arianna a quien os invito a escuchar.

Gracias a ella y a otros menos conocidos, esa vieja escuela que anima a dormir poco, va dejando paso a una cultura del descanso saludable y necesario.

Esas soluciones a los problemas que se aclaran como por arte de magia tras haber dormido bien, o esas ideas geniales que se nos aparecen en mitad del sueño y nos acompañan al despertar …. ¿te suena?

 

Arianna, la gurú que no se duerme en los laureles sino en su cama

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